MANTECADOS Y POLVORONES

MANTECADOS Y POLVORONES

Se acercan fechas que, si bien es cierto este año distan mucho de ser tradicionales, son momentos en los que los regalos, la comida y la buena compañía son los protagonistas.

Estas comidas se preparan con días e incluso meses de antelación. Con tal de reservar y disponer de los mejores productos y al mejor precio.

Muchos repiten platos convertidos en “tradición” de sus hogares y otros muchos intentan sorprender a sus comensales con recetas nuevas y rompedoras.

A veces, no es tanto el género que se prepara sino cómo se preparar. En MakeCuisine ponemos a tu disposición los mejores utensilios para que prepares platos con una calidad excepcional, con acabados de estrella Michelin.

¿Has pensado en preparar los langostinos de siempre al Sous Vide? O incluso preparar tú mismo el turrón que pones siempre al final de cada comida, ¿sabías que la receta a penas tiene 3 ingredientes?

En nuestro recetario te enseñamos cómo preparar estas, y muchas otras, icónicas recetas navideñas que, con ayuda del ThermoCooker y el ThermoDream, entre otros, harán que los platos de siempre tengan color, sabor y textura completamente nueva.

 

Otros de los protagonistas navideños son, sin duda, los polvorones y mantecados.

Deliciosas bolitas dulces, de textura arenosa y aromas tostados. Si ya sabes de lo que hablo quizás te apetezca llevar la sobremesa a otro nivel y prepararlos tú mismo:

Aquí encontrarás la receta para preparar un mantecado tradicional o un polvorón de almendras

Mientras se calienta el horno, te contamos brevemente la historia de estas centenarias tortas.

En primer lugar, hay que conocer bien la diferencia que existe entre mantecado y polvorón.

Si bien es cierto que ambos poseen una preparación similar, el polvorón es una especialidad de mantecado. La principal característica es que el polvorón lleva siempre almendra incluida en su preparación. La proporción y procesado de esta, junto con la forma que cada repostero u obrador le da al resultado (ovalada, alargada…etc), u otros ingredientes adicionales, dará lugar a diferentes tipos de polvorones.

En segundo lugar, para conocer la historia de los mantecados hay que remontarse varios siglos atrás. A diferencia de los turrones, que poseen recetas que datan del siglo XVI, los mantecados son, técnicamente, más modernos.

La primera entrada de estas palabras (mantecado y polvorón) en el DLE data de 1925, donde adquirieron personalidad propia. No obstante, hoy en día su definición en la RAE es prácticamente igual a la definición de 1738 "bollo amasado con manteca de cerdo"

Los mantecados son típicos de la provincia de Andalucía. Con cierta controversia en cuanto a su nacimiento entre Antequera y Estepa.

(Estepa, Sevilla)

Surgieron a raíz de la abundancia de un alimento, de igual manera que otras de las muchas tradiciones españolas (Tomatina, comer uvas en fin de año…etc.) En el siglo XVI la manteca de cerdo se utilizaba de manera habitual gracias a la abundancia de encinas en los árboles.

Su difusión se le atribuye principalmente a Micaela Ruiz Téllez, alias La Colchona. Propia de Estepa fue la primera persona que elaboró y vendió los mantecados a gran escala, vendiéndolos en diversos pueblos de la ruta que hacía su marido, transportista de profesión.

Mediante un tostando previo de la harina, la masa perdía humedad y quedaba más firme tras el horneado. Eso permitió que los dulces pudieran ser conservados durante más tiempo y a su vez, transportados más lejos.

En 1870 doña Micaela abrió una fábrica de mantecados en su pueblo y tiempo después, y con unas cuantas demandas de por medio, se unieron otros productores.

Hoy en día, La Colchona todavía fabrica sus mantecados de manera tradicional y su fama es tal que cuenta en Estepa con una plaza dedicada con su nombre.

En el siglo XX, los mantecados y polvorones ya tenían un lugar en el mercado español y numerosas empresas se especializaron en su elaboración.

 

Ahora que ya conoces algo más sobre nuestras tradiciones gastronómicas seguro que te han entrado ganas de poder saborear este pedacito de historia después de una excelente comida navideña.